La mayoría de nosotros realizamos varios viajes en ascensor al día, ya hemos comentado en otras ocasiones que es el medio de transporte más usado.
Los ascensores son los medios mecánicos que lo constituyen como las poleas, rieles, cables, contrapesos, sistemas de frenado, etc., además de los sistemas electrónicos de control y también la cabina de transporte, que es lo primero en que pensamos cuando hablamos de los materiales usados en el ascensor.
La utilización de los materiales para la construcción de los ascensores ha evolucionado, desde los bastidores de madera, hasta el hierro y el acero inoxidable utilizado en la actualidad. Este último es un componente esencial en el diseño que permite una gran variedad de posibilidades.
Fue a partir de 1930 cuando el acero inoxidable empezó a ser utilizado por distintas empresas en Estados Unidos, para la fabricación de ascensores.
Las cualidades del acero inoxidable, una aleación de hierro, cromo y a veces níquel, lo hicieron un material ideal por su dureza y resistencia a la corrosión. También por sus posibilidades estéticas, ya que les confiere un acabado moderno, fácil de limpiar y mantener. Además, el acero inoxidable se puede adaptar a las características estéticas de los edificios. Por eso se utiliza no solo en la cabina, sino en las puertas, interiores y revestimientos.
Otro de los materiales más usados en la instalación de elevadores y ascensores es el hierro. Un material muy maleable y con numerosas propiedades magnéticas. Generalmente suele ser una proporción de hierro mezclado con otros metales como níquel o carbono.
Aparte del acero inoxidable y el hierro, hay otra serie de materiales que suelen usarse, como el aluminio, metacrilato, madera, cristal…Muchas veces estos elementos aparecen mezclados, consiguiendo unos acabados personalizados, en un mercado con propuestas y diseños en constante evolución.