Las conversaciones más típicas de ascensor. ¿Y tú, de qué hablas?

El ascensor es un espacio reducido, que sugiere una cierta intimidad. Cuando viajamos solos no hay ningún problema, pero cuando coincidimos en él con más gente, al situarnos, entramos a formar parte de una especie de coreografía ya que estamos compartiendo nuestro espacio vital. Si somos dos, nos colocamos en diagonal por distanciarnos lo más posible y al entrar una tercera persona, solemos formar un triángulo. Con la incorporación de una cuarta, ocuparíamos las esquinas y a la quinta, le tocará el temido centro.
Una vez dentro, lo primero que acostumbramos a hacer es mirar al suelo, observar el móvil no nos sirve de vía de escape ya que lo normal es que no haya cobertura y lo que a todos nos produce una especie de pánico es ese silencio espeso e incómodo que se forma, por lo que recurrimos a conversaciones que ya han adquirido nombre propio, conversaciones de ascensor.
Este tipo de conversaciones varía si el ascensor es de una comunidad de vecinos que se conocen entre sí, aunque solo sea de vista, o un ascensor de un edificio de oficinas donde conocerse es más difícil.
Hay una serie de conversaciones para evitar ese silencio incómodo. La reina de éstas es el tiempo, una conversación muy socorrida sea cual sea la estación del año, mucho calor, mucho frío, la lluvia, el tiempo tan loco…siempre hay algo que comentar sobre este tema.
El trabajo también es una conversación recurrente si nos encontramos a primera hora de la mañana, los madrugones, los atascos previsibles, alguna reunión, las vacaciones, o el por fin es viernes, suelen ser temas a tocar.
En las comunidades de vecinos, por el trato cercano entre ellos, se plantean una gran variedad de asuntos: desde preguntar por la familia, la próxima junta de vecinos, comentar una derrama, criticar al vecino molesto o hablar sobre algún nuevo negocio abierto en el barrio. En muchos casos, estas conversaciones, nos permiten estar al día de todo lo que se mueve alrededor de nuestro hogar.
Comentar la actualidad social, la salud, hablar sobre deporte o religión suelen ser cuestiones un poco controvertidas, que es mejor evitar.
Los niños y los animales son buenos aliados a la hora de evitar estos silencios incómodos, ya que tienen la habilidad de convertirse siempre en el centro de atención.
En Melco Ascensores, apostamos por conseguir una atmosfera distendida y agradable, preguntando simplemente, ¿qué tal el día? Con ello lograremos establecer relaciones más cercanas con la gente de nuestro entorno, dentro de ese microcosmos llamado ascensor.

