Ascensores y montacargas hospitalarios

Desde la implantación general de los ascensores en el siglo XIX, los elevadores que se construyeron para uso hospitalario estaban dotados de unas características que los diferenciaban de los utilizados para viviendas: debían ser más grandes y cómodos.
Con el tiempo, estos elevadores se han convertido en un apartado específico dentro del mundo de los ascensores. Diseños más sofisticados en los que cobran especial importancia la seguridad y el perfeccionamiento debido a que, entre otras circunstancias, soportan un nivel de tráfico muy elevado.
Las características principales de los ascensores de uso hospitalario deben ser la seguridad, accesibilidad, comodidad, rapidez y capacidad.
Seguridad: el uso exhaustivo que tienen estos elevadores, tanto para transportar personal médico, como pacientes y visitas, hace que las medidas de seguridad sean más extremas. Construidos específicamente para este fin con materiales duraderos, resistentes y con diseños específicos para el transporte de material sanitario. Además, deben cumplir con todas las normas de protección y evacuación contra incendios y su revisión y mantenimiento ha de hacerse como mínimo una vez al año.
Accesibilidad: en los hospitales la accesibilidad es una condición indispensable para las personas con baja movilidad o en silla de ruedas, así como para el traslado de pacientes en camillas o camas. No debe de existir ningún tipo de barrera arquitectónica para permitir una entrada y salida cómoda y rápida; además, las puertas tienen que tener un dispositivo para detectar posibles obstáculos, ya sean objetos o personas.
Comodidad: teniendo en cuenta el tráfico que genera un hospital y que van a ser utilizados para trasladar pacientes, deben ser silenciosos y suaves en los arranques y paradas, evitando los movimientos bruscos. También deben estar preparados para momentos de gran trasiego como las horas de las comidas o de visitas, aunque lo habitual es que existan elevadores diferenciados para las visitas y para el uso puramente hospitalario.
Rapidez: el tiempo de espera debe ser mínimo para el tránsito del personal sanitario.
Capacidad: la amplitud y la libertad de movimiento son características esenciales a la hora de diseñar estos elevadores, dependiendo de las necesidades concretas que tenga el hospital. La capacidad suele oscilar entre 8 y 13 personas, en función de la carga que pueda soportar.
Otro de los requisitos indispensables es la higiene, ya que en los hospitales se deben de extremar los niveles de higiene, por lo que debe ser primordial que el mantenimiento, la limpieza y desinfección, cumplan con todas las garantías.
En Melco Ascensores instalamos montacargas, montacamillas y ascensores, tanto eléctricos como hidráulicos, para todo tipo de centros pertenecientes al sector sanitario ya sean hospitales, ambulatorios, residencias, clínicas…adaptándonos a todo tipo de necesidades de carga y tamaño.

